lunes, 28 de marzo de 2011

Argumentos de ballets famosos

EL LAGO DE LOS CISNES
Primer acto
En uno de los jardines de su castillo, el príncipe Sigfrido celebra, junto con sus amigos, su cumpleaños. La reina, madre de Sigfrido, llega a la fiesta para recordarle a su hijo que debería escoger una esposa y que con ese propósito, le ha preparado una fiesta al día siguiente. En la fiesta estarán invitadas jóvenes muchachas y el príncipe deberá elegir a una de ellas. Esto causa una gran melancolía en Sigfrido. Sus amigos deciden invitarlo a ir de caza.

Segundo acto
En el bosque cerca del lago comienzan a salir de las aguas unos cisnes que se van convirtiendo en hermosas jóvenes, Sigfrido llega al lago y apunta con su ballesta hacia las jóvenes-cisnes cuando aparece su reina Odette. Ella le cuenta que fue transformada en cisne junto con sus compañeras por el malvado mago Rothbart, que vuelven a su forma humana solamente en la noche y que el hechizo solo puede romperlo quien le jure amor eterno. Los jóvenes se enamoran rápidamente. Cuando Sigfrido va a jurarle amor eterno a Odette aparece Rothbart, quien hace que las jóvenes vuelvan a convertirse en cisnes, para evitar que el príncipe rompa el hechizo. Antes de que se marche OdetteSigfrido le pide que asista al baile que se realizará en el castillo la noche siguiente. Odette se aleja convertida en cisne.

Tercero acto
Se celebra la fiesta en el castillo donde Sigfrido deberá elegir esposa. Entra la reina madre junto a Sigfrido y el maestro de ceremonias da comienzo al festejo. Se presentan las jóvenes casaderas y la reina madre le pide a Sigfrido que elija esposa. Él piensa en Odette, se niega a escoger esposa y su madre se enfada con él. En ese momento el maestro de ceremonias anuncia la llegada de un noble desconocido y su hija. Es el barón Rothbart que llega a la fiesta con su hija Odile. El príncipe, hechizado por el mago, cree ver a Odette en Odile. Él la escoge como su esposa, la reina madre acepta y Sigfrido le jura a Odile amor eterno. Rothbart se descubre y muestra a Odette a lo lejos. Sigfrido se da cuenta de su terrible error y corre desesperado hacia el lago.
Cuarto acto
A las orillas del lago las jóvenes-cisnes esperan tristemente la llegada de Odette, ella llega llorando desesperada, contándoles a sus amigas los tristes acontecimientos de la fiesta en el castillo. Aparece Sigfrido y le implora su perdón. Reaparece Rothbart reclamando el regreso de los cisnes. Sigfrido y Odette luchan contra él, pero todo es en vano, pues el maleficio no puede ser deshecho. Los dos enamorados se lanzan al lago. Rothbart muere a consecuencia de ese sacrificio de amor y los otros cisnes son liberados del maleficio. Se ve aparecer sobre el lago los espíritus de Odette y Sigfrido, ya juntos para siempre.
Existen otras versiones para el final del cuarto acto. En algunas, Odette y Sigfrido luchan por su amor y rompen el hechizo matando a Rothbart y pudiendo así vivir juntos.

Música: Tchaikovski.
Coreógrafos: Marius Petipa (1er y 3do acto) Lev Ivanov (2do acto).
Se estrenó el 1845 en el Teatro Marynski de San Petersburgo.

 

GISELLE
Primer acto
En los valles cercanos al Rin vive Giselle, una campesina de gran belleza y extremada inocencia. Giselle desea ante todo bailar, pero es reprimida constantemente por Berther, su madre, quien teme, debido a su frágil y quebradiza salud, que Giselle muera doncella antes de su boda, convirtiéndose así para la eternidad en una Willi, (espíritus nocturnos del bosque que matan a los hombres que están en él después de la media noche). Albrecht, duque de Silesia, corteja a Giselle haciéndose pasar por Loys un apuesto aldeano llegado a la vendimia, mientras Hilarión, el guardabosque que está profundamente enamorado de Giselle, sospecha de la identidad y del engaño del forastero. La corte del príncipe de Courtland, regresando de una cacería, hace un alto en el camino en la casa de Giselle para comer y beber, Bathilde la hija del príncipe y prometida de Albrecht se impresiona por el encanto de Giselle y se hacen confidencias sobre sus amoríos sin saber ninguna de las dos que ambas aman al mismo hombre. En el pueblo se celebra la fiesta de la vendimia y los jóvenes del pueblo eligen a la reina, honor que recae en Giselle, quien con permiso de su madre baila para todos. Hilarión entre tanto descubre la verdadera identidad de Albrecht, y aprovecha la presencia de la corte y de su prometida Batidle para desenmascararle. Giselle es sorprendida por el engaño y su inocencia se ve rota por la traición, haciéndola caer en una desesperación que la arrastrará hacia la  locura y la muerte.

Segundo  acto
Hilarión acude al bosque para visitar la tumba de su amada y es sorprendida por la media noche y con ella la llegada de las Willis. Myrtha, su reina, es la encargada de hacer la llamada a las Willis para iniciar así, una noche más, el ritual de la venganza, siendo Hilarión su primera víctima. Al oír pasos las Willis desaparecen, es Albrecht que se acerca, siente tanto arrepentimiento que se ha adentrado en el bosque buscando la tumba de Giselle y suplicar su perdón. Giselle se hace visible conmovida por su arrepentimiento e intenta prevenirle para que se marche del bosque, pero ya es tarde y la implacable Myrtha ordena a las Willis atraer a Albrecht hasta su presencia donde haciéndole bailar conseguirán quitarle la vida. La fuerza del amor que Giselle siente en su interior será la salvación de Albrecht, dándole su aliento y haciéndole resistir vivo hasta la llegada del alba. Con el amanecer las Willis desaparecen, y así Giselle tiene que despedirse de su amado para siempre, Albrecht trata inútilmente de retenerla pero ella tiene que seguir su triste destino envuelta en esa maldición provocada por el engaño y la traición del hombre.


Coreógrafo: Michael Fokin
Música: Federico Chopin
Estrenado en 1908 en el Teatro Marynski en San Petersburgo
Bailarines: Sergei Diagilev y Tamara Kasavina



CARMEN
Primera Parte
La orquesta tocará el tema del destino, para la entrada alegre y sensual de Carmen, personaje que encierra en sí a la mujer apasionada, con actitudes de franca oposición y desafío a una sociedad estructurada en normas perjudicadas. Carmen, ha escogido a Don José, a quien le tiende un lazo al lanzarle una flor. La música se torna dramática, profunda, para la entrada de un personaje que representa al Destino, lo que da lugar a que la escena se torne extraña, rompiendo la alegría del juego del amor y la sensualidad. Carmen burlona, desdeña los anuncios de la lectura de cartas de la gitana, que presagian días aciagos, que desde ya marcan desconocidos y temerosos destinos. Desde el foro, los gritos acompañan a las cigarreras que vienen peleando, y el centro de la riña, es Carmen, que envuelta en la furia corta el rostro de una de sus compañeras, formándose un tumulto, que es sofocado por la guardia. Carmen es apresada junto a varias de sus compañeras. Utilizando sus encantos y la admiración y debilidad que Don José tiene por ella, aprovecha de esta ventaja, para seducirlo y convencerlo que le permita escapar de la prisión. Don José, entre arrepentido y satisfecho, asume su culpa. Mientras el Destino, que otra vez aparecerá en escena, confirmará sus predicciones. Carmen libre se entrega a Don José.

Segunda parte
Entrada esperada del torero Escamillo, que ha triunfado en la corrida de la tarde. Carmen, se ha ilusionado con el torero y la entrada de él y su danza reafirman sus sentimientos; pues, el halo de triunfo, fama y fortuna contagian el alma de Carmen. Escamillo baila para ella y ejerce en la protagonista una instantánea seducción. La entrada del Destino, reafirmará, que las cartas están echadas y que Carmen se encuentra en una encrucijada, entre dos caminos: la sensualidad, por el amor y la ternura. Sin embargo, Carmen se encontrará con el sargento Don José y caerán en un  torbellino, donde se canta al amor.

Súbitamente, el ámbito cambia: una plaza de toros. El triunfo del torero resuena en la plaza. Por un lado Escamillo, que le produce un temblor interior que no acierta a definir y que le ciega ante la realidad; por el otro Don José, que le conduce a la ternura, a la paz interior. Don José, muerde sus celos; mientras el torero, saborea el triunfo. Con la entrada nuevamente del Destino, la muerte aparece en un cuchillo que flamea desde lo alto, se hunde en el pecho, de Carmen. La mano de Carmen acompaña, a la hoja metálica que le quita la vida, buscando el rostro de Don José, que ve morir a su amada.

Coreógrafo: Alberto Alonso
Música: George Bizet y Rodion Schedrin
Se estreno en el teatro Bolchoi de Moscú Rusia en 1967
Bailarina: Maya Pliseskaya
 



LA BAYADERE

Acto I Escena I. El bosque sagrado, delante del Templo:

Los guerreros regresan de una gran cacería y Solor, el más noble de todos se une a ellos.
Solor reclama que le dejen solo, para así orar ante la Llama Sagrada; pero, una vez que han partido los guerreros, Solor pide al fakir Magdaveya que organice un encuentro con Nikiya, bayadera del templo. Los sacerdotes y el Gran Brahmán llegan y ordenan a Magdaveya que reúna a los otros fakires, con el fin de preparar la Llama Sagrada para las inminentes celebraciones.

Las bayaderas hacen su aparición, entre ellas Nikiya, que ha sido elegida para alcanzar el rango de Gran Bayadera. El Gran Brahmán fascinado por su belleza, le declara su amor; pero ésta le rechaza al ser él un hombre de Dios. Las ceremonias comienzan y las bailarinas llevan agua a los fakires. Magdaveya comunica a Nikiya los deseos de Solor. Pero el Gran Brahmán advierte esa conversación y comienza a sospechar que la joven guarda algún secreto.

La ceremonia finaliza y los asistentes retornan al templo. Magdaveya aconseja a Solor que se oculte en el bosque para esperar a Nikiya. Cuando ésta llega, ambos jóvenes se juran amor eterno ante la Llama Sagrada. Sin ser visto, el Gran Brahmán observa desde el interior del templo y espía a los amantes. Cuando ellos se separan, el Gran Brahmán, furioso, invoca a los dioses para que Solor sea destruido.

Acto I, Escena II. Una sala del Palacio:

Los guerreros son invitados a palacio para rendir homenaje a Solor. El Rajah anuncia que, en recompensa por el valor del joven, le entregará a éste la mano de su hija Gamzatti en matrimonio. Al serle presentada, Gamzatti se retira el velo y Solor queda deslumbrado ante su belleza. A pesar de estar unido a Nikiya por un juramento, el joven no puede resistirse a su encanto ni rechazar el ofrecimiento del Rajah. La fiesta comienza con la llegada del Gran Brahmán que revela al Rajah los lazos que existen entre Solor y la bayadera.

El Brahmán supone que el Rajah eliminará a Solor. Sin embargo, para su sorpresa, el propósito del gobernante es dar muerte a Nikiya. Gamzatti, escondida, escucha toda la conversación. Decide entonces, encontrarse con Nikiya y trata de persuadirle para que abandone a Solor. La bayadera, desesperada, intenta herir a Gamzatti, pero es detenida por Aya, una sirvienta. Nikiya huye y Gamzatti, al igual que su padre, decreta la muerte de la bayadera.


Acto I, Escena III. El jardín del Palacio.

Se anuncia un gran festín para celebrar el compromiso entre Gamzatti y Solor. El Gran Brahmán impulsa a Nikiya a bailar en la ceremonia, pero ella rehúsa. La sirvienta de Gamzatti, Aya, le entrega una cesta con flores, diciéndole que es un presente de Solor. Pero entre las flores se oculta una mortal serpiente, enviada por Gamzatti y el Rajah. El áspid muerde a Nikiya, cuando ésta se dispone a oler la fragancia de las flores. El Gran Brahmán le ofrece un antídoto, pero cuando ella ve a Gamzatti y a Solor juntos rechaza la cura.

Acto II. La Tienda de Solor:

Desesperado por la muerte de la hermosa bayadera, y bajo la influencia del opio, Solor ve a Nikiya en el Reino de las sombras, muerta y multiplicada su imagen por espectros de bayaderas. Junto a ella, Solor evoca su danza ante la Llama Sagrada. El guerrero continúa atrapado por la fascinante visión de Nikiya cuando hacen su aparición sus compañeros para prepararle para la boda.

Acto III. El Templo:

Bajo la sombra del Gran Buda, un ídolo de bronce danza mientras el Gran Brahmán y los sacerdotes preparan la ceremonia nupcial. Los novios hacen su entrada rodeados de bayaderas, que ejecutan una danza ritual: símbolo de la Llama Sagrada que brilla ante el templo. El Rajah, Gamzatti y Solor bailan, pero el guerrero es continuamente asaltado por la visión de Nikiya.

Durante las danzas aparece misteriosamente un cesto con flores, idéntico al que provocó la muerte de la bayadera; Gamzatti, aterrada y atormentada por la culpabilidad, solicita a su padre que apresure la ceremonia.

El Gran Brahmán pronuncia los ritos sagrados, en medio de la indecisión de Solor. Los dioses, furiosos, desencadenan su venganza: el templo y todos los presentes son destruidos. Las almas de Nikiya y Solor se unen, finalmente, en un amor eterno.

Música: Ludwing Minkus.
Coreografía: Marius Petipa.
Se estreno en el Teatro Marynski de San Petersburgo.


DON QUIJOTE
I Acto: 
En la plaza hay una fiesta. La hija del tabernero, Kitri, coquetea con Basil pero su padre, Lorenzo el tabernero, despide a Basil pues no desea que éste sea el marido de su hija. Kitri no quiere cumplir la voluntad del padre. En mitad de la fiesta llegan Don Quijote y Sancho. Al ver al tabernero Don Quijote le imagina como el dueño de un castillo y le saluda respetuosamente, como corresponde a su alcurnia. El tabernero le corresponde en la misma línea y le invita a entrar en su taberna. Cuando Don Quijote ve a Kitri la toma por la maravillosa Dulcinea, la dueña de su corazón. Kitri se escapa con Basil y el tabernero y el noble Gamash les persiguen. 


II Acto:
 
1º cuadro: Kitri y Basil están escondidos en una taberna, cuando Lorenzo, Gamash y Don Quijote aparecen. El padre de Kitri desea anunciar la boda de su hija con Gamash, pero Basil escenifica una escena de suicidio que surte los efectos deseados de tal manera que Don Quijote interviene para favorecer el matrimonio del barbero con Kitri. Basil ya está feliz. 

2º cuadro: En las proximidades de los molinos de viento se encuentra el campamento gitano en el que se escenifica un número de marionetas. El jefe del campamento invita a Don Quijote a ver el espectáculo. Quijote, emocionado, sigue el desarrollo de los títeres e interviene en la acción destruyendo el teatrillo. Viendo los molinos, los toma por gigantes a los que debe enfrentarse. En el fragor de la acción, se engancha con uno de los molinos y cae por tierra. 

3º cuadro: Don Quijote y Sancho Panza están en un bosque. Nuestro héroe piensa que está rodeado de seres fantásticos, pero Sancho está durmiendo. En esto aparecen unos nobles de cacería que al contactar con Quijote y Sancho y al verles tan pintorescos deciden invitarles a su castillo para holgar con ellos.   


III Acto: 
En el castillo de los nobles todo está preparado para recibir a nuestro caballero andante. El maestro de ceremonias deja entrar a Kitri y Basil. La primera debe interpretar el papel de Dulcinea y Basil el del caballero desconocido. Don Quijote y Sancho ocupan los lugares privilegiados para ver cómo, Dulcinea, la dama de su corazón, aparece encantada y, nuestro héroe, para librarla del embrujo, debe vencer al caballero desconocido. Comienza el combate, pero en medio del fragor de la  batalla, Don Quijote, que tropieza en sus propias espuelas, cae derrotado por lo que el caballero desconocido se lleva a su amada. Los nobles y sus invitados se ríen y Don Quijote, solo y triste se retira con su fiel escudero.
Música: Ludwing Minkus
Coreografía: Marius Petipa
Se estreno en 1869 en el Teatro Bolshoi de Moscú Rusia